El cólera llegó a Haití

Leemos el Informe de las Naciones Unidas sobre la epidemia de cólera. Las primeras palabras fueron escalofriantes: “El cólera llegó a Haití …” El escritor, el Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, parecía describir el cólera como si fuera un turista con un sombrero de ala ancha y gafas de sol, , Le ofreció su pasaporte y visado a los funcionarios de inmigración de Haití y entró en la nación, un invitado de bienvenida. Pensamos que los líderes mundiales se reunirán en la Asamblea General de la ONU esta semana en Nueva York, incluido el líder interino de Haití Jocelerme Privert: este informe va a ser como siempre.

Sin embargo, el informe mejoró. La autora describió las pruebas científicas, la falta de antecedentes de cólera en Haití y la forma en que los funcionarios de las Naciones Unidas disimularon los problemas y se comprometieron en una abdicación moral de sus responsabilidades. Después de todo, la evidencia apunta abrumadoramente a la responsabilidad de la misión de mantenimiento de la paz nepalesa como fuente del brote de cólera en octubre de 2010. Ahora sabemos que más de 9.000 personas han muerto y más de tres cuartos de un millón han sido infectadas.

Las Naciones Unidas argumentaron que tienen “inmunidad absoluta”, que si se rinden a la “amenaza de litigio”, las compuertas se abrirían y serían vulnerables a demandas en otros países; Sostuvieron que la aceptación de la responsabilidad penalizaría a otros países que aportan tropas y, posiblemente, socavaría la viabilidad financiera de todos los programas de las Naciones Unidas. Incluso culpan a la pobreza misma que aflige a los ciudadanos haitianos más pobres por crear las condiciones para el cólera que los mató. Christopher Handal, Presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Haití, dice: “Esta defensa de la” teoría del dominó “es moralmente repugnante y legalmente indefendible; Pero las legalidades no nos conciernen. Es el resultado final para el pueblo haitiano lo que más importa “.

Creemos que la marea se está volviendo contra las Naciones Unidas. Las principales instituciones internacionales como Human Rights Watch están pidiendo que las Naciones Unidas acepten la responsabilidad. Dentro de los corredores de los gobiernos, la gente reconoce que las muertes debidas al cólera son innecesarias y no son culpa del pueblo haitiano. La Dra. Michelle Morse, Directora Médica Adjunta de Socios en Salud, comentó: “Nunca hubiera imaginado que tantos haitianos morirían de esta epidemia, y que la causa sería prevenible. Innumerables familias haitianas en todo el país han sido afectadas tanto por estas muertes como por el sufrimiento experimentado por las víctimas sobrevivientes de la epidemia. Les debemos justicia.

Parece claro que habrá una remuneración financiera dirigida a las víctimas del brote. Pero Haití tiene un pasado sórdido que gestiona la deuda y la ayuda que se plantea en nombre de su pueblo. Jovenel Moïse, exitoso hombre de negocios en Haití que se levantó de los pobres de las zonas rurales y se postula a la presidencia, dijo: “Muchos de estos programas se construyen en nombre de los ciudadanos comunes, pero nunca dejan los dedos agarradores del funcionario internacional o peor , Ve a los que no lo merecen “.

Esto podría ser cierto para cualquier paquete de las Naciones Unidas que esté diseñado para aliviar el sufrimiento y erradicar la pobreza de las víctimas del cólera.

El autor del informe concluye con una lista de cosas que las Naciones Unidas deben hacer para reparar el daño que ha causado a los haitianos: presentar una disculpa y aceptar la responsabilidad, considerar un paquete de medidas que compense a las víctimas y mejorar la transparencia en torno a su decisión -fabricación.

Olivier Barrau, líder en el sector asegurador y bancario, dice: “Asegurémonos de que los beneficios que se conceden a las víctimas del cólera lleguen realmente a esas víctimas”. La comunidad internacional agravará la injusticia del brote de cólera observando la Los ingresos de los programas se absorben en los gastos generales de las Naciones Unidas con cabeza de hidra o se vuelven a dirigir a las personas adineradas en forma de contratos de compra o, peor aún, redirigen a otras naciones cuyo sufrimiento es minúsculo en comparación con el pueblo haitiano . “Entonces, y sólo entonces”, dice Jovenel Moïse, “vamos a escribir sobre el día en que la justicia llegó a Haití”.

Michael Fairbanks es miembro del Instituto Weatherhead para Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard. Julie Kennedy asesora a líderes del sector privado en el Caribe y Centroamérica.